Entre Pinto y Valdemoro 2015.

Entre estas dos fotos hay 1 año de diferencia. Mismo lugar, misma carrera, la Pinto-Valdemoro, 14 kms por caminos de tierra y con un calor del infierno. Toboganes y toboganes, un recorrido duro y divertido que merece la pena hacer. Sólo 1000 corredores hacen que esta sea una prueba de barrio y por eso me gusta aún más.

Tras la carrera, cerveza y bocadillo de panceta o de chorizo. Bolsa del corredor con caldo Aneto y una camiseta de 42K preciosa, ambos años.

Repetiremos, este año conseguimos mejorar la marca de mi mitad en 7 minutos y hay que volver a bajar esa 1h 30 min.

Me encanta este deporte, pero lo mejor es compartirlo con los míos.